jueves, agosto 24, 2006

Embajador esbirro venezolano se rasca de Fogonazo Embajador norteamericano


DECLARACIONES DEL GENERAL DE DIVISIÓN FRANCISCO BELISARIO LANDIS,
EMBAJADOR DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.

(Jueves 24 de agosto de 2006)

"Hemos evaluado en la Misión diplomática venezolana las declaraciones hechas públicas atribuidas al Embajador de los Estados Unidos de Norteamérica Hans Hertell, donde resalta que casi todas las avionetas y aviones que "bombardean" drogas ilegales en territorio dominicano provienen de Venezuela, dejando así en entredicho la operatividad militar y policial que a diario se realiza en Venezuela para combatir el narcotráfico.

"Desconocemos los métodos de observación estadística y operacional que el señor embajador norteamericano utilizó para efectuar tal aseveración, razón por la cual nos gustaría conocer las irrefutables evidencias que avalan tan delicada información.
Las estadísticas en poder de nuestra embajada, las cuales atienden a un esfuerzo binacional Venezuela-República Dominicana, señalan que en un lapso de cinco (05) años, son muy pocos los casos en que aeronaves con siglas venezolanas han sido retenidas por estar involucradas en el tráfico de drogas ilegales hacia el territorio dominicano, cuando ello ha tenido lugar, hemos colaborado activamente con las investigaciones de rigor, pero de allí a que se trate de enfocar a Venezuela como base operacional del narcotráfico hacia territorio dominicano, resulta a todas luces absurdo e inaceptable, máxime si consideramos que nunca Venezuela ha sido un país productor de drogas y por el contrario, ha contrarrestado con la máxima eficiencia posible, el accionar de los carteles internacionales de la droga, que han osado utilizar el territorio y espacio aéreo venezolano en la ruta que se trazan hacia sus mercados predilectos, entre los que se encuentra el mercado estadounidense, considerado por los expertos en la materia como el mercado de mayor consumo de todo el continente americano.

"En cuanto al tema de la cooperación internacional en materia antidroga, Venezuela mantiene un interesante sistema de asistencia mutua e intercambio de informaciones y de experiencias, pero siempre cuidando que nuestra soberanía, institucionalidad, libertad de acción e intereses no resulten afectados; por ello no permitimos operaciones antidrogas unilaterales que impliquen penetración de nuestro territorio y sobrevuelo de nuestro espacio aéreo. En tal sentido, siempre hemos apreciado el flujo de información y coordinación internacional, que nos han permitido utilizar de manera exitosa nuestra propia fuerza militar y policial en el combate que sostenemos contra el narcotráfico.

Así que, invitamos al embajador Hertell a mostrar esas contundentes evidencias que se infiere debe tener. De lo contrario, es claro que sus argumentos tendrían que inscribirse dentro de la bochornosa e inocultable campaña de descrédito, que en la actualidad se desarrolla con el objeto de vincular a la República Bolivariana de Venezuela con el narcotráfico y el terrorismo, para así promover una negativa imagen a nivel internacional del Gobierno que preside el presidente Hugo Chávez Frías, quien a final de cuenta es el objetivo principal y algunos altos funcionarios venezolanos, los "blancos" secundarios.
FRANCISCO BELISARIO LANDIS
General de División
Embajador"

lunes, agosto 21, 2006

Dice Chávez obstaculiza transición en Cuba





Brasilia.El sociólogo francés Alain Touraine abogó por encontrar una salida "latinoamericanista" para Cuba, cuyo mayor obstáculo sería la influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez. Durante una entrevista con el diario brasileño O Estado de Sao Paulo, divulgada el domingo señaló: “Siempre pensé en la posibilidad de que Cuba adoptase el modelo de América Latina (...) Ahora que la Unión Soviética no existe, no hay razón para que no haya una nueva “latinoamericanización” de Cuba.

El problema es Hugo Chávez, el apoyo que antes llegaba de la Unión Soviética, hoy viene del petróleo de Chávez" En ese sentido, el director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de su país y especialista en América Latina consideró un peligro que "el heredero de Fidel (Castro, el mandatario cubano) en este momento no sea Raúl (Castro, hermano del mandatario), sino Chávez. Esa será una evolución de extrema gravedad".

También afirmó que "no creo en que el poder lo tomen los cubanos de Miami, que están muy comprometidos con la vida estadounidense".Touraine criticó la influencia de Chávez en otros países de la región, especialmente en Bolivia, y por eso llamó la atención a las otras naciones latinoamericanas.

Es importante en este momento, en que se habla de una separación de Fidel (Castro del poder), que América Latina comprenda que la prioridad es la aceptación de Bolivia, tal y como es, por la comunidad latinoamericana, evitando que pueda ser lanzada a los brazos de Chávez”.“

También Argentina ha sido enormemente ayudada por Chávez, pero no está en sus brazos", afirmó. En su propuesta, el sociólogo intenta evitar el que considera el futuro más inmediato de Cuba en el caso de la ausencia de Castro: "Todo indica que la transición permitirá negociar el retorno de las empresas extranjeras, en particular del sector turismo. Eso ocurrirá y Cuba volverá a ser una república bananera, casi exclusivamente turística, de manos dadas con la prostitución".

Insulza.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, sostuvo que son los países miembros del bloque los que deberían proponer el eventual reingreso de Cuba, según una entrevista que ayer publica el diario "El Mercurio" de Santiago.

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miércoles, agosto 16, 2006

Lavagna advierte que Chávez es una amenaza para el Mercosur

Río de Janeiro.- El ex ministro argentino de Economía Roberto Lavagna aseguró, en una entrevista publicada hoy por la prensa brasileña, que el presidente, Hugo Chávez, es una amenaza para Mercosur.
En una extensa entrevista publicada por el diario económico "Valor", Lavagna afirmó que Chávez pretende modificar la agenda del Mercado Común del Sur (Mercosur) y que sus propuestas pueden destruir el proceso de integración entre los países miembros.
Lavagna, que fue ministro de Economía de Argentina entre 2002 y 2005, admitió que se distanció del presidente Néstor Kirchner por discrepar de la política de intervención del Estado en la economía del país y de la aproximación con Chávez, que calificó como perjudicial tanto para Argentina como para el Mercosur.
"Primero es necesario diferenciar a Chávez de Venezuela. Es obvio que hay que darle la bienvenida a Venezuela como miembro del Mercosur. El problema es Chávez", afirmó Lavagna al referirse a la reciente incorporación del país caribeño como miembro pleno del organismo económico, al lado de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
"Chávez quiere modificar la agenda del Mercosur de una manera absurda. Su primera propuesta al ingresar al bloque fue crear el Ejercito suramericano. No creo que exista un único argentino, brasileño, uruguayo o paraguayo que vea eso como prioridad", agregó. "Entonces, cuidado. El (Chávez) tiene una personalidad muy expansiva, difícil de controlar.
Le corresponde a Argentina y a Brasil evitar que él cambie nuestra agenda, lo que puede destruir un proceso de integración que tiene sus defectos, pero que está dando resultados", afirmó.
Lavagna, que llegó esta semana a Brasil para participar en un seminario económico en Sao Paulo, aseguró que no se opone a que Chávez ayude a Argentina mediante la compra de títulos de la deuda argentina desde que la economía y la política no se mezclen, lo que, en su parecer, está ocurriendo.
El ex ministro argentino aseguró que Paraguay y Uruguay tienen razón al expresar su insatisfacción con el Mercosur y advirtió que Argentina y Brasil, los socios mayores del bloque, lo les prestaron la debida atención. En torno al deseo de algunos dirigentes uruguayos de negociar un acuerdo de libre comercio entre ese país y Estados Unidos, dijo no estar en contra.
"Hay formas de permitir eso, si hay voluntad política.
Uruguay es el país que menos elevó sus exportaciones dentro del Mercosur, el menos favorecido, y no creo imposible encontrar una forma de admitir un tipo de acuerdo entre Uruguay y Estados Unidos", dijo. "Si no hay alguna forma de integrar más activamente Uruguay es necesario encontrar algún mecanismo para que él permanezca en el bloque y que al mismo tiempo tenga algunas ventajas", agregó.

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viernes, agosto 11, 2006

En inicio de su gobierno Alan García 72 % Aprobación

Alan García goza de aprobación popular al inicio de su mandato García anunció la reducción de los salarios de los principales funcionarios públicos, incluyéndolo al suyo.

Lima. (Servicios del bloque Socialdemócrata del Cono Sur) El presidente Alan García cuenta con elevados niveles de aprobación popular al inicio de su segundo período presidencial, según revelaron el viernes las dos primeras encuestas privadas realizadas en el nuevo gobierno de Perú. El sondeo de la empresa Datum explicó que García, que gobernó el país en un primer período entre 1985 y 1990, ha empezado su gestión el 28 de julio con un respaldo popular del 64%, luego de anunciar las primeras medidas de austeridad. En su discurso inaugural, García anunció la reducción de los salarios de los principales funcionarios públicos, incluyéndolo a él. Con esta medida, que entró en vigencia el 31 de julio, García recortó su sueldo de 13.000 dólares, a 5.000, y redujo el salario de los congresistas de 10.000 dólares también a 5.000, en su primer intento por ``poner justicia y orden'' en el estado, y para tratar de aminorar la reprobación popular hacia los políticos de Perú, que bordea el 85% según han coincidido en resaltar varias encuestas. La decisión fue recibida con muestras de respaldo de parte de sectores populares y de políticos, en el inicio del segundo mandato de García, que ha prometido que no cometerá los mismos errores que en su primer gobierno, que dejó al país en la ruina económica. El sondeo fue realizado en todo el país, entre el 5 y el 7 de agosto, con un margen de error del 3%. Otra encuesta, de la empresa CPI, indicó que García cuenta con 72% de aprobación de García. El sondeo de CPI fue realizado entre el 5 y el 8 de agosto, con un margen de error del 2,4% ``Estamos viviendo una luna de miel, impulsada en gran medida por las medidas anunciadas por García, donde resalta la rebaja de los sueldos'', aseguró Manuel Saavedra, director de CPI. Sin embargo, destacó que la aprobación del nuevo presidente se ha apuntalado gracias al 33% de aprobación con la que terminó su mandato el ex presidente Alejandro Toledo. ``El gobierno de Toledo dejó una buena imagen, y el actual tiene la obligación de mantenerla. Toledo dejó al país con un crecimiento económico superior al 5%, con una inflación acumulada en 12 meses de 1,55% y con una tendencia a la baja del precio del dólar estadounidense, que se mantiene a 2,21 soles por dólar. García ha prometido que sobrepasará esas metas en su mandato, aunque Saavedra acotó: ``una cosa es lo que se ha prometido, ahora hay que ver lo que se hará''.

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lunes, agosto 07, 2006

Castro (1). El despotismo ilustrado





Por: Sergio Muñoz Riveros, miembro del Consejo Editorial de Proyectamérica.

Volodia Teitelboim, escritor y ex dirigente del PC de Chile, le envío en estos días un mensaje a Fidel Castro en el que afirma que “se honra con la amistad del mayor político del siglo XX”. O sea, Castro. Es respetable tal sentido de la amistad, pero no lo es la noción de “político” que de allí se deriva, porque excluye absolutamente a quienes han recibido las consecuencias de la acción del líder paradigmático. En el fondo, es la veneración por quienes “hicieron la historia” y el desprecio por quienes la sufrieron.

Es evidente que la larga dictadura de Fidel Castro en Cuba no se explica únicamente por el uso de la fuerza, que es consubstancial a todas las tiranías. Está claro que construyó un Estado policial de abrumadora eficiencia, con el que enfrentó exitosamente la hostilidad estadounidense, desbarató la oposición interna y se mantuvo a flote luego de las marejadas provocadas por el descalabro soviético. También es verdad que su vocación de poder desborda cualquier límite. Pero hay otro factor: Castro ha sido sin duda un autócrata con enorme poder de seducción. Fue capaz de cautivar (y manipular) a una parte significativa del pueblo cubano, que lo ve hasta ahora como padre sabio y protector y que no se imagina a Cuba sin él. Fue capaz de hechizar también a no pocos latinoamericanos, incluyendo escritores e intelectuales destacados, que lo siguen viendo como el héroe ejemplar y tienden a perdonarle todo.

¿Inteligencia? ¿Talento específico? Sin duda. Castro ha sido un dictador de alto coeficiente intelectual, interesado por la cultura, buen lector y, lo más relevante, obsesionado por influir en el campo de las ideas. Sus discursos de la primera época, en particular la Segunda Declaración de La Habana (1962), tenían tal carga mesiánica, tal resonancia justiciera, que no es extraño que muchos intelectuales de este y otros continentes hayan caído bajo el embrujo de su elocuencia. Aunque su estilo oratorio siempre sonó ampuloso y repetitivo a los oídos chilenos, tenía una irradiación incuestionable. Era a la vez el guerrero y el predicador de “la buena nueva” del socialismo, incansable argumentador de la superioridad de su causa, aunque no muy dispuesto a escuchar los argumentos contrarios. Impresiona que alguna gente crea hasta hoy que Castro está dotado de algo así como poderes sobrenaturales.

Ha habido dictadores opacos, que apenas hablaban, como Franco en España; teatrales y risibles, como Mussolini en Italia; distantes e implacables, como Stalin en la URSS; en fin, de la más variada especie. Castro puede tener ciertos puntos de contacto con ellos, pero el rasgo que lo define es su empeño por ejercer una suerte de magisterio histórico, una pasión por trascender política e ideológicamente. En otras palabras, lo ha movido siempre el afán de “tener la razón”, ese pecado de los intelectuales de todas las épocas. Se ha visto a sí mismo como el portador de las grandes luces, como quien no puede dejar de mostrar el camino. Quizás sea una forma específica de megalomanía, en la que, junto con la capacidad de amedrentar, resalta el empeño por ser reconocido como visionario.

Habría sido interesante verlo discutir en un plano de igualdad con algún adversario bien plantado. Así podríamos haber apreciado realmente sus méritos dialécticos, la potencia de su razonamiento, pero, como es sabido, tal posibilidad fue excluida por él desde el principio, cuando empezó a “borrar” a los oponentes internos, lo que hace pensar que, después de todo, no tenía tanta confianza en sus medios discursivos. Lo suyo fue el monólogo interminable. ¿Cuántas horas sumarán sus discursos de 47 años? Estaba ciertamente convencido de que debía iluminar a los cubanos sobre las ciencias, las artes y las técnicas, explicarlo todo, dar siempre la última palabra. Qué fatigoso tiene que haber sido vivir en Cuba en las últimas décadas, período en el cual él ha estado omnipresente y demostrando cada día que era omnisapiente y omnipotente.

Mientras la fórmula de dominación a la que se dio el nombre de socialismo se mantuvo en el poder en la URSS y los países sovietizados de Europa del Este, el discurso mesiánico de Castro tuvo una base firme en la cual apoyarse. En los años 60 y 70, mucha gente de buena voluntad razonaba así: “Es verdad que en Cuba y en los demás países socialistas se han cometido abusos y no hay libertades, pero han conseguido un desarrollo estimable y nadie pasa hambre; o sea, el socialismo es posible, la igualdad es posible”. En aquellos tiempos daba la impresión de que Cuba representaba una forma singular de socialismo, distinta del modelo soviético, menos rígida culturalmente, más abierta. El aura romántica de los barbudos desinteresados y justicieros resistió mucho tiempo, pero hasta los mitos de hierro terminan por venirse al suelo.

El régimen de Castro asimiló las peores características del modelo soviético: Partido-Estado, verticalismo, endogamia cultural, culto al jefe, represión implacable. Pero, además, los ex guerrilleros se convirtieron en partidarios de una especie de monarquía. ¿Con qué comparar a Castro sino con un monarca absoluto? ¿Cómo no ver en su régimen una expresión caribeña del despotismo ilustrado?

Hablar de despotismo ilustrado significa remontarse a las experiencias del siglo XVIII en las que resalta la figura del rey reformador y modernizador. Ejemplos de ello son Carlos III en España, José I en Portugal, Federico II el Grande en Prusia, Pedro I y Catalina II la Grande en Rusia. Todos encarnan al rey-filósofo, racionalista, cultivado, que conocía exactamente las necesidades del pueblo y que, por lo tanto, no necesitaban escucharlo. Podían estar bien inspirados y desear verdaderamente abrir paso a la modernización, pero rechazaban la libertad política y no fueron capaces de institucionalizar los cambios en un sentido participativo. En rigor, creían en una forma de paternalismo, que tomaba de la Ilustración aquello que les convenía para mantener su propio poder. Su lema podía sintetizarse así: “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Los defensores de Castro siguen diciendo que ha ejercido el poder para servir al pueblo, pero en realidad se ha cuidado de mantenerlo a raya. Es cierto que las reformas de la primera época apuntaron a mejorar la situación de los grupos más pobres en los campos de la educación y la salud, pero el precio que se hizo pagar a los cubanos fue el silenciamiento, la conculcación de sus derechos a pensar por cuenta propia, a organizarse con autonomía, a expresar libremente sus puntos de vista. En Cuba, por ejemplo, no hay sindicatos que merezcan el nombre de tales.

Castro ha usado el país como laboratorio de sus obsesiones, ocurrencias y caprichos. De la tradición del pensamiento socialista y comunista tomó la idea de igualdad, pero construyó un régimen generador de nuevas desigualdades, con una casta gobernante que dispone de grandes privilegios y que hoy, cuando el líder parece dejar el escenario, seguramente teme por la eventualidad de tener que responder por sus abusos.

Hace algunos meses, la revista Forbes incluyó a Castro entre los gobernantes más adinerados del mundo, lo que lo sacó de sus casillas y lo llevó a hablar por TV para pedir a la publicación que probara lo afirmado. Se trataba de una cuestión muy delicada, puesto que sembraba dudas sobre su desprendimiento y ponía en entredicho la forma en que ha ejercido el poder. Aunque la publicación estimó su fortuna en varios millones de dólares, lo que cuenta realmente es que Castro no ha vivido de un sueldo del Estado, como ocurre con los gobernantes elegidos, sino que ha dispuesto de los recursos del Estado a su entero arbitrio.

¿Rey filósofo? Sí, claro. Y se confirma que la inteligencia no es garantía de nada, que un hombre de sobresaliente capacidad intelectual puede extraviarse en el camino y actuar al margen de las consideraciones morales más básicas. La inteligencia, como lo prueba la historia en tantos casos, puede estar al servicio de una mala causa. ¿Cómo puede decirse que el socialismo es una mala causa?, preguntarán todavía algunos tenaces. Si la palabra socialismo conserva aún algo de su sentido original, Cuba es la negación de ello. Lo que allí existe, después de tantos años, es una vulgar forma del capitalismo de Estado. Un solo propietario, un solo administrador.

Castro ha vivido pendiente de su papel histórico. Para ello se ha transfigurado en la patria. Ha usado hábilmente el recurso del orgullo nacional frente a EE. UU. para mantener su régimen. Seguramente le gustaría leer los libros de Historia del futuro para ver cómo aparece valorado, qué importancia le dan, cuán bien lo recuerdan. No puede hacerlo, pero una pista sobre el particular la ofrecen las reseñas sobre otros que, como él, creyeron que estaban predestinados a guiar a sus pueblos y se convencieron de que tenían derecho a gobernar sin límites.

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jueves, agosto 03, 2006

El retorno a la patria


Bolivia



Por Antonio Peredo Leigue
Julio 31, 2006

Más de tres millones de bolivianos viven fuera de las fronteras. La precaria situación económica de Bolivia, desde hace décadas, ha provocado un intermitente éxodo de hombres y mujeres, en busca de mejores condiciones. En los últimos años, las cifras se incrementaron en forma alarmante, hasta superar el equivalente a la tercera parte de la población nativa.

El gobierno del presidente Evo Morales ha despertado muchas esperanzas, tanto dentro de las fronteras, como en el seno de las comunidades bolivianas que viven fuera.

Esperanzas de retorno, porque se espera un renacimiento del país. Esperanzas de participación en este proceso de cambio.

Volver es, indudablemente, un proceso en el que intervienen factores de recuperación económica, social y política así como de decisión personal y familiar. Participar, tiene una connotación distinta: se trata de sentir que, pese a la distancia que los separa de su tierra, están presentes y toman parte en las decisiones. Esta es la posibilidad que puede darse a través del voto de los bolivianos en el exterior.

Convocados a participar

Cada vez más, los ciudadanos de un país que residen en otro, participan en la toma de decisiones tales como elegir mandatarios o votar en consultas. Los mexicanos que viven en Estados Unidos, que suman varios millones, celebran el día de su independencia, encabezados por un representante del Presidente de la República, que viaja expresamente para ello; entre cuatro y seis Secretarios de Estado (Ministros) llegan a Nueva York, San Francisco, Los Angeles, Chicago, Nueva Jersey, para este propósito. China mantiene estrecha vinculación con sus ciudadanos que viven fuera.

Los bolivianos que habitan otros países, pese a ser tantos, han sido ignorados. Por regla general, las representaciones diplomáticas han tenido una conducta restrictiva, desalentadora, ahondando la separación provocada por su salida del país. Es más: no hay un registro de su número y mucho menos de su identificación.

No obstante, el Código Electoral, reconoce su calidad de ciudadanos y, en consecuencia, su derecho a participar en actos electorales. Dice este código que bolivianas y bolivianos residentes en el exterior participarán en la elección de Presidente y Vicepresidente, estableciendo que las normas para ejercer este derecho se determinarán por ley. Pero así quedó, sin aplicación.

La crisis política que se vivió desde 2003, despertó gran interés en las comunidades bolivianas en otros países. Reclamaron su participación en las elecciones generales de diciembre pasado. Incluso obtuvieron un fallo de la Corte Superior de Justicia de La Paz, confirmando ese derecho. Sin embargo, no hubo posibilidades materiales y tampoco fue posible que estuvieran en la elección de constituyentes y el referéndum autonómico del 2 de julio.

Pues bien. La convocatoria a la elección de constituyentes dispone que, la nueva Constitución Política del Estado, será sometida a referéndum confirmatorio, a realizarse tres meses después que la Asamblea Constituyente entregue el texto de la misma. En ese referéndum, deben participar los residentes bolivianos en el exterior. Y es una decisión que debe cumplirse.

Podrán decidir los que están fuera

Una cantidad tan grande ciudadanos “de fuera” (entre 1,5 y 2 millones) son decisivos, si tenemos en cuenta que, los inscritos en el país suman algo más de 4 millones. Esa participación, por supuesto, genera múltiples inquietudes: desde las simplistas que hablan de costos, pues habría que llevar la campaña electoral a todo el mundo, pasando por los insidiosos que ven manipulaciones de todo tipo, hasta los aislacionistas que argumentan: “ellos van a elegir a las autoridades que nosotros vamos a sufrir”.

Razones tienen, y suficientes, para hacer tales observaciones. Veamos: inscribir a los bolivianos que están fuera, en primer lugar, exige determinar si se inscribirá sólo a los legales o a todos. Enseguida, será necesario enviar libros de inscripción y tener allí el personal adecuado para este propósito. Habrá que incorporarlos en el padrón nacional. Después, viene el envío de las boletas de sufragio, urnas y el restante material necesario para el acto electoral. Más aún: el retorno de los resultados a la Corte Nacional Electoral. ¡Menudo trabajo!, ¿será posible cumplirlo?

Los otros dicen que, los representantes diplomáticos y consulares, además de tener en sus manos la inscripción, podrán influir a favor del partido oficialista o, peor aún, manipular los datos. ¿Serán tan sumisos los bolivianos que viven fuera?, ¡habrá que verlo!

Así llegamos al argumento que parece más sólido: los que se fueron elegirán a las autoridades que nos gobernarán a quienes nos quedamos. ¿Hay razones para creer que, el voto de los que están fuera, tendrá una tendencia distinta al que habrá dentro del país?, ¿Quienes se van, son derechistas?, ¿quienes quedan, militan en la izquierda?, ¿o al revés?

Punto de vista distinto

Hay un hecho que ya no está en discusión: los bolivianos y bolivianas mayores de edad, que residen en el exterior, votarán en el referéndum confirmatorio de la Constitución Política del Estado. Por tanto, se trata de buscar soluciones y mostrar la otra cara de la medalla.

Todo el proceso electoral fuera del país, puede realizarse mediante sistema de computación. A mediados de 2005, un enviado de los residentes bolivianos en Estados Unidos, presentó una propuesta detallada para este propósito. Por lo demás, el sistema ha sido utilizado en varios países. De ese modo, los costos se reducirían y no habría demoras ni envíos que pudiesen extraviarse. La condición es que ahora, en este mes de agosto, comience a estudiarse su factibilidad y tomar una decisión antes de finalizar este año.

El mismo sistema, que puede incluir mecanismos de control, anularía la posibilidad de manipulaciones por funcionarios diplomáticos o por instancias oficiales.

En cuanto a la susceptibilidad de que, el voto en el exterior, trastoque los resultados que se den en el país, es sólo una apreciación subjetiva. Sólo la experiencia podrá decir cuál es la tendencia.

De cualquier modo, el principio básico de que ellos tienen el mismo derecho que quienes vivimos en el país, es incontrastable. Porque, si tantos bolivianos salieron de la patria, fue porque no tuvieron oportunidades de sobrevivencia aquí. Estamos obligados a reincorporarlos y, un primer paso, es darles participación en la toma de decisiones.

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