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Sao Paulo.- El presidente de Perú Alan García criticó a Venezuela y Bolivia y sugirió que su país era un socio más confiable para Brasil.
García habló ante representantes de la poderosa Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp), a cuyos miembros pidió invertir en Perú, principalmente en los sectores de infraestructura y para planes de levantar nuevas hidroeléctricas.
"Estoy haciendo una oferta que no pueden rechazar", dijo García a los empresarios de Sao Paulo, el estado más rico e industrial del país, así como su corazón financiero.
Con nuevas hidroeléctricas en Perú "yo puedo iluminar todo el noroeste brasileño, darle toda la energía que (la ciudad amazónica de) Manaus necesite, en vez de hacer una gasoducto extraño de 20.000 millones de dólares", dijo García en su discurso.
El "gas puede agotarse o le cierran de vuelta el caño", dijo. Pero "el agua nunca dejará de caer", agregó.
"Hay que saber elegir los socios, un socio que sea responsable y que no cambie las reglas del juego y que tenga sentido de la modernidad", indicó. "Por fin ha llegado Petrobras a Perú...usted perforaría (un pozo) y nadie le va a quitar el gas", dijo.
En "la relación Brasil-Perú, los dos ganamos", indicó resaltando las oportunidades de negocios para los brasileños que iban desde esas hidroeléctricas hasta ampliación de carreteras como una de 1.000 kilómetros que va al norte de Perú, donde están las provincias con mayores recursos, pero la vía apenas tiene cinco metros de ancho, en dos carriles.
García bromeó sobre el estado de bloques como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y Mercosur y afirmó que "tal vez sea mejor que Brasil se pase a la Comunidad Andina".
Aunque el mandatario peruano en ningún momento nombró a Venezuela ni a Bolivia, sus referencias al gas y al gasoducto de 20.000 millones de dólares fueron una clara alusión a esos dos países.
El presidente venezolano Hugo Chávez impulsa desde comienzos de este año los planes de construir un gasoducto desde el sur venezolano a través de Brasil y que llegue a Argentina, con ramales hacia naciones como Bolivia.
El proyecto, estimado por las petroleras estatales de Venezuela y Brasil en más de 20.000 millones de dólares, aún no tiene ni fecha para concretarse ni definida su trayectoria que incluiría remotas regiones protegidas del Amazonas brasileño.
En cuanto a la alusión a la seguridad del suministro de gas, Brasil obtiene 50% de su consumo doméstico de compras de unos 26 millones de metros cúbicos al día de gas a Bolivia, con cuyo gobierno lleva difíciles negociaciones para ajustar el precio de compra-venta del producto.
Brasil además fue sorprendido por el decreto de nacionalización de los hidrocarburos emitido el 1 de mayo por el gobierno del presidente Evo Morales y la presencia de militares en esa fecha en las dos refinerías que tiene en Bolivia.
El conglomerado Petroleos Brasileiro SA (Petrobras) firmó con el estado boliviano el 28 de octubre nuevos contratos para sus operaciones en la nación andina tras la nacionalización.
Pero aún no cierra las conversaciones sobre el precio de compra del gas ni para el traspaso de acciones de sus dos refinerías a las autoridades en La Paz.
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viernes, noviembre 10, 2006
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