Redacción BBC Mundo/Servicios Google |
Ligado a la Iglesia Católica durante la mayor parte de su vida, el ganador de las elecciones presidenciales de Paraguay, Fernando Lugo, apenas entró de lleno en el mundo de la política a finales de 2006.
Identificado con la centro izquierda, y de 57 años de edad, Lugo llega al poder con promesas de redistribuir los ingresos y emprender una reforma agraria.
El candidato opositor del partido Alianza Patriótica para el Cambio se hizo sacerdote en 1977 y de ahí partió a Ecuador, donde trabajó como misionero y comenzó a interesarse en la corriente de la Teología de la Liberación, un movimiento dentro de la Iglesia Católica que hace énfasis en la necesidad de redimir las dificultades materiales de los pobres.
Luego, tras ser ordenado como obispo en 1994, estuvo trabajando durante una década en la diócesis de San Pedro, una de las más pobres en Paraguay.
Allí, su labor con labor con los campesinos sin tierra le valió ser conocido como "el obispo de los pobres".
Salto al ruedo político
Lugo adquirió notoriedad a nivel nacional cuando el 29 de marzo de 2006 encabezó una masiva manifestación de protesta contra el gobierno de Nicanor Duarte Frutos.
Ese mismo año decidió colgar los hábitos y dedicarse a la política.
Sin embargo, el Vaticano se rehusó a aceptar esa determinación con el argumento de que el sacerdocio es irrenunciable, y lo suspendió de sus deberes religiosos.
El analista sobre temas latinoamericanos de la BBC, James Painter, destaca que la victoria del ex obispo representa otra prueba más del giro hacia la izquierda que se vive en la región.
No obstante, Lugo ha dado muestras de querer distanciarse de posiciones más radicales como la de los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia.
En todo caso, indica Painter, su triunfo representa una ruptura con la tradición política de Paraguay donde el Partido Colorado ha gobernado durante 61 años.
Además de la reforma agraria, otra de sus propuestas es la renegociación de un tratado con su país vecino, Brasil, respecto a la suma de dinero que este último le paga a Paraguay por la energía procedente de la mayor planta hidroeléctrica del mundo, Itaipú.
Lugo gana las elecciones como candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), que agrupa a diez partidos políticos y más de una docena de organizaciones sociales de izquierda, centro y derecha, encabezados por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), la principal fuerza opositora del país.
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