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Por Carlos Alberto Quiroga
LA PAZ (Reuters) - El conocimiento de que Estados Unidos concedió asilo político a un prófugo ex ministro boliviano acusado de genocidio amenazaba el viernes con desatar una nueva tormenta en las habitualmente turbulentas relaciones entre el Gobierno izquierdista de Evo Morales y Washington.
El mismo ex ministro de Gobierno Carlos Sánchez Berzaín, procesado en Bolivia junto con el ex presidente neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada, confirmó en la noche del jueves a una radio local que obtuvo la condición de refugiado político hace poco más de un año.
Este fue el primer anuncio de la condición legal de los ex gobernantes prófugos, no precisada hasta ahora por el Gobierno estadounidense, mientras Bolivia tramita su extradición.
Morales, quien comparte un fuerte discurso anti imperialista con su aliado el venezolano Hugo Chávez, reaccionó indignado y afirmó que la protección oficial estadounidense a los ex gobernantes era algo "imperdonable," aunque no anunció medidas inmediatas.
Sánchez Berzaín dijo a la radio católica Fides que tenía la condición de asilado político en Estados Unidos desde "hace más de un año," pero no precisó si el ex presidente Sánchez de Lozada había obtenido el mismo beneficio.
El ex presidente y su ex ministro huyeron de Bolivia el 17 de octubre del 2003, horas después de la caída de su Gobierno en medio de una revuelta popular que fue reprimida por efectivos militares con un saldo de más de 60 muertos y unos 400 heridos.
El asilo "me fue concedido hace más de un año sobre la base de hechos que he demostrado: primero, que yo me encuentro en Estados Unidos por razones de carácter político, por la situación del derrocamiento del presidente Sánchez de Lozada," explicó Sánchez Berzaín.
En Washington, fuentes del Departamento de Estado y del Servicio de Inmigración dijeron a Reuters que no haría ningún comentario sobre el asilo, al igual que la embajada de Estados Unidos en Bolivia, argumentando que esa es una información protegida por un "Acto de Privacidad" y que sólo el individuo puede confirmar su estatus.
DISGUSTO
El presidente Morales, sin esperar una confirmación desde Estados Unidos sobre lo dicho por Sánchez Berzaín, dijo la noche del jueves que "algo que no puede ser perdonado es que gente que hace daño a la Patria, al ser humano, sea protegido por algún Gobierno."
El gobernante pidió a Washington "que no sea protector de delincuentes, de gente que ha hecho mucho daño, no sólo en Bolivia."
Por su parte, el viceministro boliviano de Coordinación con Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, advirtió que el asilo "tensionaría las relaciones entre Bolivia y los Estados Unidos."
El presidente indígena y también líder de los productores de coca ha tenido repetidos enfrentamientos con funcionarios de Washington y con el embajador estadounidense en La Paz, Philip Goldberg, tanto por la situación del ex presidente Sánchez de Lozada como por cuestiones relacionadas con narcotráfico.
Goldberg fue acusado por Morales de apoyar actividades de la oposición política y fue declarado varias "interlocutor no válido."
El fiscal que gestiona la extradición de los procesados, Milton Mendoza, dijo el viernes que, más allá de la sorpresa, no encontraba novedad en el anuncio del asilo.
"Creemos que Estados Unidos ha estado protegiendo a Sánchez Berzaín y a Sánchez de Lozada a partir de octubre del 2003 cuando abandonaron nuestro país," dijo Mendoza a reporteros. "Se ha legalizado aquello que ya tenía circunstancias de hecho," agregó.
El fiscal advirtió, sin embargo, que la revelación del asilo no paralizará el trámite de extradición iniciado ante la Justicia estadounidense por los cargos de genocidio y delitos económicos, entre estos "lavado" de dinero.
"Pese al asilo político, ellos son virtualmente prisioneros en Estados Unidos, porque su mandamiento de aprehensión está y si dejan Estados Unidos, existe la posibilidad de que sea ejecutado por la Interpol en cualquier lugar, porque están prófugos de la Justicia boliviana," señaló.
(Reporte de Carlos Alberto Quiroga, editado por Silene Ramírez)
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