SANTIAGO DE CHILE - El gobierno opina que el ejército chileno, que en la víspera expulsó al nieto del ex dictador Augusto Pinochet, inicia una "etapa muy promisoria", por la calidad de sus mandos.
El comandante en jefe del ejército, general Oscar Izurieta, dio de baja el miércoles al capitán Augusto Pinochet Molina, porque durante los funerales de su abuelo pronunció una alocución política, sin permiso y vistiendo uniforme.
La intervención de Pinochet Molina y sus palabras fueron calificadas como una "falta gravísima" por la presidenta Michelle Bachelet y por la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot. Ambas expresaron sus deseos de que la institución sancionará al oficial, pero sin llegar a pedir abiertamente su expulsión.
El ministro del Interior, Belisario Velasco, dijo el jueves que el jefe castrenses "aplicó una sanción libremente y de acuerdo a sus atribuciones".
"Pienso que el ejército inicia una etapa muy promisoria, tiene elementos profesionales, altos mandos excelentes, y creo que para Chile es muy bueno lo que se avecina porque el ejército es de todos los chilenos", dijo Velasco.
Agregó que el gobierno esperaba que Izurieta "hiciera libre uso de sus atribuciones, que es lo que hizo".
Durante los funerales de Pinochet, su nieto capitán habló sin estar autorizado, destacó el papel del general en la guerra contra el marxismo, en el derrocamiento del presidente socialista Salvador Allende y criticó ácidamente a los tribunales de justicia por procesar al ex dictador, a su abuela y su padre y a sus tíos.
Ante miles de personas que asistieron a los funerales del ex dictador, ante Blanlot y los jefes de las fuerzas armadas, Pinochet Molina dijo que su abuelo y su familia fueron "vejados por jueces que buscaban más renombre que justicia".
Izurieta dijo que cuando el capitán terminó de hablar, él tenía claro que debía salir del ejército, pero que esperó 24 horas antes de darlo de baja por "respeto al dolor de la familia".
Pinochet, de 91 años, murió el domingo a causa de un infarto al miocardio, fue velado en la Escuela Militar durante el lunes y la madrugada del martes y fue cremado cerca de la medianoche de ese mismo día para evitar cualquier profanación. Sus cenizas están en Los Boldos, una finca cercana al mar que era su favorita para descansar y escapar de sus problemas judiciales.
Pinochet comandó el ejército entre 1973 y 1978 y gobernó Chile con puño de hierro durante 16 años y medio, hasta 1990. Su régimen dejó más de 3.000 opositores muertos, incluidos 1.200 detenidos-desaparecidos.
Los años posteriores a su alejamiento del ejército, Pinochet siguió influyendo en las filas castrenses. El ejército sólo reconoció oficialmente la participación institucional en las violaciones a los derechos humanos el 2004, cuando era comandando por el general Juan Emilio Cheyre.
Al momento de su muerte enfrentaba cuatro procesos, tres por violaciones a los derechos humanos y por evasión tributaria por tres millones de dólares, y por falsificación de pasaportes que utilizó para reunir una fortuna secreta de 28 millones de dólares, de la cual los chilenos sólo se enteraron a mediados del 2004, por una investigación senatorial estadounidense.
Una de los juicios contra Pinochet por 23 casos de tortura, 36 secuestros y un homicidio cometidos en la cárcel de la policía represiva conocida como Villa Grimaldi, donde incluso estuvo detenida Bachelet y su madre, está muy próximo a ser cerrado a causa de la muerte del ex dictador, informó el juez Alejandro Solís.
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