Los restos calcinados de seis personas son retirados del autobús incendiado en un barrio de Río de Janeiro.
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-AGENCIAS COMBINADAS, BRASIL-
De pesadilla resultó la madrugada de ayer, luego de que se registraran tiroteos entre policías y delincuentes en al menos 12 comunidades de Río de Janeiro, cuando vándalos tomaron por asalto varias zonas y atracaron varios autobuses urbanos a los que prendieron fuego, uno de ellos, con al menos seis personas a bordo, lo que dejó 18 muertos: ocho civiles, tres agentes de la policía y siete delincuentes, así como 14 heridos.
En uno de los ataques pandilleros vinculados al narcotráfico y ocurrido en el barrio Jacarepaguá, según testigos, un grupo de 30 individuos armados trepó a un autobús que corría rumbo a Sao Paulo y, tras asaltar a los pasajeros, le prendieron fuego al vehículo, dando muerte a seis de los pasajeros que terminaron calcinados en la unidad.
Durante un operativo policiaco en esta zona, tres hombres acusados de participar en el ataque fueron detenidos, mientras que siete delincuentes cayeron por balas de la policía.
En tanto, otros tres autobuses también fueron incendiados en el oeste de Río en el marco de la ola de violencia, que incluyó además ataques a policías.
MAYO. Un portavoz de la policía de Río descartó que la reciente ola de ataques pueda llegar a los niveles de la que sacudió a la ciudad de Sao Paulo, la más grande de Brasil, en mayo pasado, cuando una semana de violencia causó 200 muertos, entre policías, agentes penitenciarios, civiles, reclusos y supuestos criminales.
En tanto, el secretario de Seguridad Pública, Roberto Precioso, atribuyó la ola de ataques a la insatisfacción de narcotraficantes presos en penales por el cambio en el comando de la gubernatura provincial, que el lunes pasará a manos de Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), por lo que la gente que se encargará de los centros penitenciarios será relevada.
FESTEJO. Los ataques comienzan cuando Río de Janeiro se prepara para su espectacular fiesta de víspera de año nuevo en la playa, la que atrae a grandes multitudes de turistas.
Se espera que lleguen más de dos millones de personas a las playas de Ipanema y Copacabana donde se presentarán grupos como la banda de hip hop estadounidense Black Eyed Peas, en un espectáculo que será transmitido a todo el mundo.
-AGENCIAS COMBINADAS, BRASIL-
De pesadilla resultó la madrugada de ayer, luego de que se registraran tiroteos entre policías y delincuentes en al menos 12 comunidades de Río de Janeiro, cuando vándalos tomaron por asalto varias zonas y atracaron varios autobuses urbanos a los que prendieron fuego, uno de ellos, con al menos seis personas a bordo, lo que dejó 18 muertos: ocho civiles, tres agentes de la policía y siete delincuentes, así como 14 heridos.
En uno de los ataques pandilleros vinculados al narcotráfico y ocurrido en el barrio Jacarepaguá, según testigos, un grupo de 30 individuos armados trepó a un autobús que corría rumbo a Sao Paulo y, tras asaltar a los pasajeros, le prendieron fuego al vehículo, dando muerte a seis de los pasajeros que terminaron calcinados en la unidad.
Durante un operativo policiaco en esta zona, tres hombres acusados de participar en el ataque fueron detenidos, mientras que siete delincuentes cayeron por balas de la policía.
En tanto, otros tres autobuses también fueron incendiados en el oeste de Río en el marco de la ola de violencia, que incluyó además ataques a policías.
MAYO. Un portavoz de la policía de Río descartó que la reciente ola de ataques pueda llegar a los niveles de la que sacudió a la ciudad de Sao Paulo, la más grande de Brasil, en mayo pasado, cuando una semana de violencia causó 200 muertos, entre policías, agentes penitenciarios, civiles, reclusos y supuestos criminales.
En tanto, el secretario de Seguridad Pública, Roberto Precioso, atribuyó la ola de ataques a la insatisfacción de narcotraficantes presos en penales por el cambio en el comando de la gubernatura provincial, que el lunes pasará a manos de Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), por lo que la gente que se encargará de los centros penitenciarios será relevada.
FESTEJO. Los ataques comienzan cuando Río de Janeiro se prepara para su espectacular fiesta de víspera de año nuevo en la playa, la que atrae a grandes multitudes de turistas.
Se espera que lleguen más de dos millones de personas a las playas de Ipanema y Copacabana donde se presentarán grupos como la banda de hip hop estadounidense Black Eyed Peas, en un espectáculo que será transmitido a todo el mundo.
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