sábado, diciembre 15, 2007

Bogotá-Managua y tras la calma la tempestad

Servicios Google/BBC, Londres

Tanto Nicaragua como Colombia reaccionaron con beneplácito a la decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para entender en la disputa que ambos países mantienen en torno a su frontera en el mar Caribe.

"Nicaragua está muy satisfecha con la decisión. Es muy buena pues enfoca el asunto fundamental que es la delimitación marítima", dijo a BBC Mundo su embajador ante los Países Bajos, Carlos Argüello.

Una reacción similar mostró su colega colombiano, Guillermo Fernández de Soto, aunque en diálogo con la BBC, consideró que es "Nicaragua la que sufre un revés fundamental en su posición".

Su comentario se refiere a que en su fallo reconociendo su jurisdicción, la CIJ acepta la soberanía colombiana sobre el archipiélago San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en atención del Tratado Esguerra Bárcenas de 1928-30.

Un favor por Panamá
Ese acuerdo fue rechazado en la década de 1980 por el gobierno sandinista, aduciendo que había sido firmado mientras Nicaragua se encontraba bajo la ocupación del ejército estadounidense.

En tal sentido, consideran que el tratado fue la manera en que Washington pagó los favores a Colombia para acordar la independencia de Panamá y comenzar la construcción del canal.
La decisión comunicada este jueves por el tribunal de Naciones Unidas, implica que queda por resolver la posesión colombiana de los cayos de Roncador, Quitasueño y Serrana.

En una conferencia de prensa en Bogotá, el canciller Fernando Araújo, aceptó que si bien no están contemplados en el tratado de 1928, su país seguirá ejerciendo la soberanía como lo viene haciendo hace más de 200 años.

El mensaje se contrasta con el de Nicaragua, país que presentó la demanda limítrofe en La Haya en 2001, reclamando como suyos más de 50.000 kilómetros cuadrados en el Caribe.

"Aquí hay riesgos"
En efecto, en Managua, tras conocerse la decisión de la CIJ, su canciller, Samuel Santos, la consideró un avance para su país "porque ratifica la posición de Nicaragua de que los diferendos se deben resolver en forma civilizada".

"Lo que la Corte dijo es que no existe tal paralelo 82 (que según Colombia se desprendería del Tratado de 1928) y que por lo tanto cualquier cosa, la frontera entre nosotros, bien la podemos resolver como pueblos hermanos", agregó.

También contrasta con las advertencias hechas por los ex presidentes liberales colombianos César Gaviria (1990-1994) y Ernesto Samper (1994-1998)

"Aquí hay riesgos", manifestó el primero de ellos para quien el fallo de la CIJ, si bien cerró el camino a la pretensión nicaragüense sobre el archipiélago de San Andres, Providencia y Catalian, dejó abierta la puerta al reclamo de áreas marinas y submarinas.

El segundo lo calificó de fallo "agridulce", porque deja zanjado ese problema, pero por otra parte dice ser competente para dirimir una disputa y pide sentarse a negociar la delimitación de las aguas.

Se estima que en febrero, el tribunal de La Haya definirá la fecha en que Colombia debe presentar sus alegatos contra la demanda nicaragüense.

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