El nuevo presidente del Senado de Bolivia, el opositor José Villavicencio, anunció hoy que revisará el convenio militar suscrito con Venezuela porque no está claro el alcance de la ayuda venezolana en temas como desarme y gestión de crisis internas.
El convenio fue aprobado por el Senado en noviembre de 2006, en una polémica sesión en la que el Movimiento Al Socialismo (MAS), del presidente Evo Morales, consiguió el apoyo de dos senadores suplentes opositores, a quienes luego sus partidos acusaron de recibir sobornos, aunque no lo probaron.
El convenio ha sido criticado por la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos), la centrista Unidad Nacional (UN), cuyo único senador es Villavicencio, y el derechista Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que se unieron esta semana para quitar al MAS la presidencia del Senado.
Villavicencio dijo hoy a la emisora de radio Fides que hay aspectos del convenio que no son constitucionales.
"Cuando se habla de desarme, no entendemos qué significa. ¿Que un país amigo tenga el derecho de desarmar a nuestras fuerzas armadas?", cuestionó el senador opositor.
"Cuando se habla de operaciones conjuntas en gestión de crisis, tampoco lo entendemos, no lo han sabido explicar. Porque eso significa que tendríamos intervención de las dos fuerzas en nuestro territorio", agregó Villavicencio.
El senador opositor recordó que la Constitución boliviana no permite la presencia de fuerzas extranjeras en el país, ni la salida de militares bolivianos sin una autorización expresa del Congreso.
"Lo vamos a revisar. Nos sorprendemos, porque tropas venezolanas ya estuvieron en el territorio nacional amparados en ese convenio", agregó Villavicencio, al asegurar que el acuerdo se aprobó "entre gallos y medianoche" y "sin que el país conozca el alcance y todos los detalles".
Días atrás la oposición pidió a la Fiscalía general investigar la llegada a Bolivia, a fines de diciembre pasado, de "aproximadamente 40 efectivos uniformados con trajes camuflados y boinas rojas".
El Gobierno ha insistido en que sólo llegó personal técnico y de relevo para operar dos helicópteros venezolanos que usa Morales, con tripulación militar venezolana, y para la reparación de un avión de la comitiva de Venezuela que asistió a la Cumbre Suramericana de diciembre pasado en Cochabamba.
En los últimos meses, el ministro boliviano de Defensa, Wálker San Miguel, celebró varias entrevistas con sus homólogos de Paraguay, Chile y Perú para asegurarles que la ayuda venezolana no es una amenaza para ellos.
El convenio establece la construcción de un puerto civil-militar sobre el río Paraguay, en la frontera con Brasil, y un cuartel en la localidad amazónica de Riberalta, también cercana a territorio brasileño.
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