sábado, febrero 24, 2007

El olvido, gran losa sobre secuestro de Ingrid Betancourt


A. DE VENGOECHEA CORRESPONSAL
De ABC.Es.
-SERVICIOS GOOGLE PARA BLOGGERS-

BOGOTÁ. La Catedral Primada de Bogotá, donde ayer se recordaron los cinco años del secuestro de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, estuvo implacablemente sola. Sólo asistieron unos pocos familiares y alguna que otra ONG. «Uno se va quedando solo en esto. La gente olvida, el tiempo pasa», decía visiblemente afectado Juan Carlos Lecompte, el esposo de Ingrid, quien a sus 48 años se empeña en esperarla «para siempre».
En las selvas
«Creo que este año, si Dios nos ayuda, vas a estar libre», le decía Yolanda Pulecio, la madre de Ingrid, a las cámaras de televisión locales, con la esperanza de que su hija la estuviera viendo en alguna zona de las selvas colombianas o quizás en países fronterizos donde, según el presidente Álvaro Uribe Vélez, fue trasladada por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Mientras tanto en Francia, país en el que residen sus dos hijos -Mélanie Delloye, de 21 años, y Lorenzo, de 18- se realizaron 27 actos de conmemoración. Desde el principio, ellos se transformaron en la voz visible de la familia en Europa hasta el punto que el secuestro de Ingrid, ciudadana franco-colombiana de 45 años, se ha convertido en un sensible tema político.
La semana pasada, Mélanie, recién graduada en filosofía, acusó al Gobierno francés de no tener voluntad política para lograr la liberación de Ingrid. «Esté segura -le escribió el presidente Jacques Chirac a Yolanda Pulecio- de la solidaridad que Francia y el pueblo francés sienten por Ingrid y de mi empeño personal para obtener su libertad lo más pronto posible». Pero no contenta con ello, Mélanie se dirigió a los despachos de los presidenciales franceses.
Tanto Nicolas Sarkozy, principal candidato de la derecha, como la aspirante socialista Ségol_ne Royal, se mostraron dispuestos a trabajar en sus mandatos en la liberación de Betancourt. Royal, incluso, se comprometió a exigir pruebas de supervivencia a las FARC y a movilizar a la comunidad internacional para hacer de la liberación de la ex candidata un asunto mundial.
En Colombia, con más de 3.000 personas secuestradas actualmente, poco o nada se avanza en el tema. «¡Qué horror!, es como si quisiera acabar con nosotros», fue la respuesta de Pulecio cuando, al finalizar la semana, el presidente Uribe reiteró la intención de emprender una ofensiva contra la guerrilla para buscar la liberación de secuestrados. Según Uribe, fracasaron los contactos autorizados para facilitar la posibilidad de un acuerdo humanitario, que pretende canjear a más de 50 secuestrados -entre ellos Ingrid- por 500 guerrilleros presos. «Las FARC dicen que para hablar de acuerdo humanitario hay que despejar militarmente y de manera incondicional (los municipios de) Pradera y Florida, lo que el Gobierno no puede aceptar. Las FARC dicen que no están interesadas en acuerdos con este Gobierno, porque es ilegítimo y paramilitar», dijo el mandatario.
Mientras tanto, la familia de Ingrid Betancourt pedía una prueba de supervivencia pues la última les llegó en 2003. Lo último que saben se lo dijo un ex guerrillero desmovilizado que, en declaraciones a una emisora francesa RTL, aseguró haberla visto cuatro veces entre 2002 y 2004.

No hay comentarios.: