BBC, Londres
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Se cumplieron las proyecciones hechas por organismos internacionales en 2006: los inmigrantes mandaron a América Latina US$60.000 millones, convirtiendo a la región en la mayor receptora de remesas.
México es el país que más ingresos recibe por concepto del dinero enviado por sus ciudadanos en el exterior.
Lo que en diciembre fue una proyección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ahora es un hecho.
El Banco Mundial ha confirmado que, en 2006, los inmigrantes enviaron a Latinoamérica US$60.000 millones, cifra que es comparable con el total de la inversión extranjera directa que recibe la región.
Ya en 2005, las remesas (US$53.600 millones) habían superado la ayuda internacional, la inversión directa desde el exterior y los flujos de capital.
El dinero recibido por la región entre 1991 y 2005 ha permitido el crecimiento de su Producto Interno Bruto en 0,25%, según explicó Humberto López, economista del ente multilateral.
Pese a que la pobreza sigue siendo un problema persistente en América Latina, las remesas han hecho que se reduzca en 3%, es decir, en vez de afectar a 28% de la población, perjudica a 25%.
La entrada de capitales a América Latina través del dinero enviado por los inmigrantes se ha multiplicado por 25 en los últimos 25 años.
México, que ahora ocupa el puesto número uno como receptor de remesas, recibió US$22.000 millones de dólares.
El sudeste asiático recibió US$45.000 millones de dólares y conforma la segunda región que recibe mayor cantidad de remesas.
Otra interpretación
La influencia de las remesas, como explicó el funcionario, es pequeña, pero robusta en el desarrollo de América Latina.
Sin embargo, se debe tener en cuenta el costo humano de las remesas.
Se trata, no sólo de problemas al momento de emigrar y de dificultades de adaptación en los países de destino, sino de miles de hogares que se separan y de niños que crecen sin sus padres en América Latina.
Como López ha dicho en otras oportunidades, las remesas son un motor de desarrollo que ayudan a combatir la pobreza.
"Pero las remesas tienen que ser vistas más como un complemento que como una alternativa a una estrategia nacional de desarrollo", dijo el funcionario del Banco Mundial.
Por otra parte, expertos auguran que, pese a que el movimiento migratorio de América Latina a Estados Unidos sigue en aumento, el flujo de remesas podría disminuir en el futuro.
La razón sería que más familias están saliendo de sus países unidas.
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