Drama de inmigrantes en Chile, 258 mil 797: la cifra más alta de la historia

Los peruanos han hecho de los costados de la Catedral de Santiago su punto de encuentro y una agencia virtual de empleos.

De La segunda, diario de Santigo, Chile.-

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Colonia peruana es la más grande: le siguen argentinos, bolivianos y ecuatorianos.

Ya están ganando espacio como trabajadores temporeros. En el Valle de Azapa ganan ocho mil pesos diarios.

La cosecha de la fruta chilena que saldrá a otros países avanza... pero no al ritmo que los empresarios quisieran.

La Asociación de Exportadores de Chile (Asoex) publicó esta semana una inserción donde alertó sobre la escasez de mano de obra en los campos (especialmente en la III y IV Región) y planteó la conveniencia de facilitar la incorporación de extranjeros para llenar las vacantes.

Incluso, el presidente de la entidad, Ronald Bown, sostuvo que el Gobierno debería revisar la norma que limita a un 15% la contratación de personas de otros países en las empresas nacionales.

Una idea que encuentra detractores, por la competencia que podría suponer para los trabajadores nacionales, pero también fervientes partidarios, por la gran cantidad de mano de obra extranjera disponible hoy en nuestro país. Según el censo de 1992, ese año había 114.597 extranjeros, el 0,9% de la población total.

Para el censo del 2002, ya eran 195.320. Y en enero del 2006 la Dirección de Extranjería estimaba oficialmente en 230 mil los que tenían algún permiso de residencia.

Un histórico 1,5% de los habitantes de Chile.En este momento, informó a La Segunda el organismo dependiente del Ministerio del Interior, en Chile los residentes extranjeros son 258 mil 797 personas, lo que representa el 1,6% de la población total y una cifra nunca antes registrada en Chile.

El fenómeno migratorio se refuerza con datos entregados por el vicepresidente ejecutivo del Instituto Católico Chileno de Migración (Incami) que funciona en la Parroquia Italiana, en el sector del Parque Bustamante, Algacir Munhak.

Según cuenta, sólo en enero de este año, la casa de acogida de Santiago atendió a 380 inmigrantes, cifra mucho mayor al promedio semanal, que es de entre 20 y 30 personas.De hecho, en Extranjería se estima que "existen nuevos factores regionales y locales que podrían hacer pensar que el proceso inmigratorio no disminuirá y que se mantendrá con cifras similares a la actualidad". Ello por la apertura chilena a nuevos mercados, la estabilidad política, económica y social.

Casi 63 mil peruanos

Se trata de una inmigración eminentemente regional. Más del 50% de la población extranjera que reside en Chile es de origen fronterizo.La colonia más importante es la peruana (62 mil 674 personas). Le siguen la argentina (55 mil 607), la boliviana (14 mil 188), la ecuatoriana (12 mil 574) y la española (10 mil 350). También hay presencia colombiana.

La mayor parte de los extranjeros llegan por motivos laborales, lo cual se ve reafirmado con datos como que sólo el 18% del total de inmigrantes corresponde a menores de 15 años. "Es especialmente característico en la población peruana y boliviana (...) en que la cantidad de niños es de aproximadamente 10%", dice Extranjería.Santiago, Valparaíso y la Región de Tarapacá son sus destinos preferidos.

En el otro extremo está la III Región, que concentra el menor número de extranjeros.El 45% de los extranjeros que llegan a Chile declara poseer un título profesional o técnico. "Se observan niveles de desarrollo de educación secundaria similares e incluso más altos que los de la población nacional", subraya Extranjería.

Habitualmente entran como turistas.

Cuando encuentran un trabajo estable optan a una visa para quedarse. Otras veces ingresan con un permiso de residencia obtenido por vía consular en sus países de origen.Los extranjeros se emplean principalmente en servicio doméstico, comercio minorista y actividades empresariales. El panorama cambia en el extremo norte, donde trabajan en faenas agrícolas, especialmente en los valles de Lluta y Azapa (I Región).

Aldo Lombardi, agricultor del Valle de Azapa, dice que los inmigrantes, en su mayoría bolivianos y peruanos, "son muy eficientes. Pero los persiguen mucho los servicios de inmigración". Además agrega que, en promedio, los trabajadores extranjeros pueden llegar a ganar "entre siete y ocho mil pesos diarios".

Empleados en el agro van en aumento

Aunque en menor escala, su presencia también se nota desde hace algún tiempo en los predios frutícolas de las regiones III y IV."Los productores y exportadores han planteado el problema de la escasez de mano de obra.

Efectivamente hay algunos extranjeros empleados como temporeros. Aunque no todavía en un número importante. Entre ellos, los indocumentados representan casos aislados", detalló el seremi de Agricultura de Atacama, Rodrigo Alegría.

Cristián Sáez, quien ocupa el mismo cargo, pero en la IV Región, ratifica que el número de extranjeros empleados como obreros agrícolas va en aumento. "Son peruanos y bolivianos, aunque en una proporción menor.

En general son personas que están con sus papeles al día".La gran oferta de empleos en la temporada de cosecha frutícola, que supera largamente la disponibilidad de mano de obra en ambas regiones, es la que explica la entrada en escena de los extranjeros, según ambos seremis.

Otra visión tiene la vicepresidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Ana María Muñoz, quien señaló que la escasa mano de obra en el sector agrícola se debe a la baja renta y la poca seguridad en el contrato.

"Los empleadores tampoco cumplen con facilitar el servicio de sala cuna que deberían ofrecer a las madres temporeras".Agregó que "si quieren contratar extranjeros, que lo hagan, pero en las mismas condiciones que deberían contratar a los chilenos, ¿o quieren hacerlo a la negra?". Asimismo, recalcó que para que los inmigrantes puedan trabajar en nuestro país necesitan un contrato definido, condición que no tienen todos los chilenos que trabajan en el sector agrícola.

Tratan devolver a su país

Muchos de los extranjeros que llegan a Chile en busca de mejores oportunidades recurren al Instituto Católico Chileno de Migración (Incami).

Su vicepresidente ejecutivo, Algacir Munhak, cuenta que "atendemos personas de entre 20 y 45 años. La mayoría mujeres. Primero llegan solos. Si les va bien en el trabajo invitan a otros familiares. Se quedan 2 o 3 años, consiguen plata y luego vuelven a su país a poner un negocio o algo así".

Agrega que algunos tienen estudios superiores completos. "Varias son enfermeras, otros tienen cursos de economía y tuvimos también uno o dos casos de abogados. Sin embargo, la mayoría no tiene la secundaria completa".

Inmigrantes se instalan en comunas con "redes de acogida"

Santiago, Estación Central e Independencia son las favoritas al llegar a Santiago. Cuando ya están más ''sólidos'' y con familia instalada, se cambian a otros sectores.

Santiago, Estación Central e Independencia son las comunas de la Región Metropolitana, según Extranjería, que los inmigrantes suelen escoger para vivir en Chile.

Ello se debe a que cuentan con "redes sociales de acogida". Cuando logran una visa de trabajo mandan a buscar a sus familias y se trasladan a otros sectores de la capital, como Quinta Normal, Pedro Aguirre Cerda o La Florida.

"La Segunda" visitó uno de los puntos de la capital donde se concentran. Se trata de la Plaza Yungay, lugar en el que desde hace seis años están arribando en gran número, para instalarse en cités donde arriendan piezas.

"Acá hay que preguntar dónde están los chilenos", dicen los vecinos del barrio, en el que abundan peruanos, colombianos, ecuatorianos y argentinos.Uno de los primeros en llegar fue Kumar Thadhani, un hindú que vive en la calle Sotomayor hace 15 años junto a su familia.Con el tiempo ha logrado arrendar tres piezas en la residencia.

La cocina está ubicada en un patio interior, desde allí el olor a especias y aliño se reparte por el resto del inmueble, donde también viven un par de peruanas.Desde hace un tiempo Kumar siente que el sector se ha puesto peligroso: "Hay mucho drogadicto, no sé si son chilenos o extranjeros, pero yo después de las diez y media no salgo de la casa". A fines de diciembre se registró un incendio en la calle Esperanza, que se inició tras una riña en la que intervino un peruano. Además, los vecinos cuentan que la semana pasada un niño de la calle Libertad se suicidó porque quería volver a Perú.

"Laborar de nana ayuda"

Una opinión diferente tiene Liz Sotomayor (28), quien vive en la misma casa que Kumar. Para ella el barrio "es tranquilo, los vecinos son cordiales y te cuidan". La mujer dejó tierras peruanas para visitar a su hermana, pero encontró trabajo y se quedó ya por ocho años.

"Laborar de nana te ayuda a sacar papeles, porque las jefas los arreglan fácilmente", cuenta. Liz tiene estudios de informática, pero cuenta que los sueldos que pagan por esa especialidad "no suben de $130 mil". Por eso dice que quiere probar suerte en Italia.

Yuhlie Obregón (20) también tiene ganas de irse. Vino desde Colombia hace 5 meses, pero no se acostumbra. "Extraño a mi familia, mis tradiciones, además la situación de empleo es igual allá que acá". Lourdes Ortiz dejó Ecuador hace ocho años. Tiene un salón de belleza frente a la Plaza Yungay, en el que ofrece a sus clientas productos que trae desde su país. Dejó a su esposo, pero se trajo a sus tres hijos, entre ellos su bebé de 40 días.

"Hay envidia entre los compatriotas"

María Vargas llegó a Chile hace unos seis años. Arrienda dos piezas en una casa, por las que paga $110 mil. Una la comparte con su yerno y una hija que tiene cuatro meses de embarazo. La otra la ocupan sus otros dos hijos y un sobrino, que por estos días vino de visita. Ahí mismo tienen la cocina. Escuchando cumbia con la radio a todo volumen hacen más llevaderas las tardes. Su hijo Diego (19) trabajó un tiempo en Temuco, Concepción y Los Ángeles, en construcción. La lluvia lo hizo volver a la capital. En el mismo rubro intentó conseguir visa, pero admite que tuvo que dejar uno de estos trabajos porque "hay envidia entre los mismos compatriotas".

Nuevos residents

Si bien el mayor flujo de inmigrantes viene de países fronterizos, la Dirección de Extranjería reconoce que se ha producido un incremento de la población proveniente de Ecuador y Colombia. <>

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