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Caracas, 11 mar (PL) La actual gira del presidente estadounidense, George W. Bush, por América Latina representa un intento de neutralizar los cambios políticos en la región, argumentó hoy el ex vicepresidente venezolano José Vicente Rangel.
¿Por qué hace este viaje Bush?, se preguntó el hombre que fuera hasta diciembre último la segunda figura del poder ejecutivo en Venezuela y que ahora retoma el ejercicio de su profesión como periodista a través de la hora televisiva José Vicente hoy.
Aunque pretendan negarlo los voceros de Washington, lo hace en lo fundamental por lo que representa para el subcontinente la política del presidente venezolano, Hugo Chávez, se respondió.
Para Rangel, Chavéz ha motivado este viaje del presidente norteamericano porque el proceso político, social y económico que vive Latinoamérica, es la suma de realidades nacionales por algunos identificadas con el planteamiento chavista.
Esa es la motivación de esta gira inusual, que para mí es una simple payasada, insistió el comunicador al referirse la periplo de Bush, que incluye Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México.
Criticó también de manera rotunda la declaración del ocupante de la Casa Blanca, quien la semana anterior anunció en Washington que venía a América Latina con un mensaje bolivariano.
Estoy seguro que este personaje nunca ha leído un libro sobre Simón Bolívar, por eso mueve a risa su tardía declaración de bolivariano cuando tiene el agua al cuello, dijo el conductor del espacio dominical.
George W Bush jamás se interesó por América Latina ni por los latinoamericanos, por el contrario su política siempre fue hostil a los habitantes de esta región, especial hacia los emigrados, indicó.
Al respecto recordó que mexicanos, salvadoreños y otros centroamericanos conocen la dura experiencia de vivir en Estados Unidos bajo esta administración.
Comparó la expedición latinoamericana de Bush por estos días con la fallida experiencia del presidente John F. Kennedy en 1963, conocida como la Alianza para el Progreso.
Aquella fue una política profundamente demagógica y populista, destinada a contrarrestar los efectos que entonces se producían en la región como consecuencia de la naciente Revolución cubana, recordó.
Pero la Alianza para el Progreso se disolvió como una pompa de jabón, sólo tuvo gozó del impacto publicitario del momento, mientras dejaba sin efectos la reforma agraria y otros cambios sociales propuestos por aquella doctrina, analizó.
Rangel no dudó en calificar a Bush como el gobernante más rechazado del mundo y un derrotado que marcha hacia el fracaso total de su política.
Este personaje siniestro que recorre América Latina tiene de antemano garantizado el rechazo porque él es la negación de la democracia, los derechos humanos y las políticas ambientales, dijo.
Los pueblos de América Latina no se tragan el cuento que es una gira de buena voluntad, porque está orientada de manera estratégica a neutralizar los procesos de cambios en la región, pero no lo va a lograr, concluyó.
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