El país ha celebrado una consulta para reformar la Carta Magna.- La jornada ha transcurrido con normalidad
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El ministro del Interior del Gobierno de Ecuador, Gustavo Larrea, ha dicho que confía en un triunfo "abrumador" del "sí" en la consulta popular que se ha celebrado hoy en su país, para instaurar una Asamblea Constituyente, que redacte una nueva Carta Magna. Los colegios electorales han cerrado sus puertas a las 17.00 (00.00 hora peninsular española) de hoy. "Todos los ciudadanos tienen derecho a expresarse en este proceso electoral, lo que yo digo es que la apreciación nuestra es que el Sí ganará abrumadoramente", ha remarcado Larrea en declaraciones a los periodistas.
Un sondeo de Cedatos-Gallup, realizado a la salida de los colegios, otorga una victoria amplia al "sí" que ha abanderado el presidente Correa aunque los resultados definitivos no se conocerán hasta dentro de cinco días. La normalidad ha sido la tónica en la primera mitad de las votaciones de la consulta popular que se ha celebrado hoy en Ecuador, sobre la instalación de una Asamblea Constituyente de plenos poderes para redactar una nueva Carta Magna. Al mediodía, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Jorge Acosta, aseguró a los periodistas que, salvo retrasos en la apertura de algunas mesas, la jornada se desarrollaba con "total normalidad".
Cita trascendental
Ecuador ha acudido a las urnas para decidir si apoya la creación de una Asamblea Constituyente con la que el presidente Rafael Correa quiere dar vía libre a su revolución socialista y sofocar las demandas de una población hastiada de los políticos tradicionales. El resultado del referéndum es clave para el plan del líder nacionalista de reformar el sistema político y estatal y aplicar medidas económicas a favor de los seis de cada 10 ecuatorianos que viven en la pobreza. Unos 9,2 millones de electores han sido convocados a las urnas, que han quedaron abiertas a las siete de la mañana (dos de la tarde en España). Los inmigrantes ecuatorianos han quedado excluídos del proceso.
Entre los que acudieron a votar por la mañana, estuvo Rafael Correa, que llegó al colegio Central Técnico, del norte de Quito, donde le esperaba una multitud que le aclamó. Correa dijo que el día de hoy es "una fiesta democrática" y "una victoria para la ciudadanía, para la democracia y para la Patria", al tiempo que pedía que "nuestros conflictos y diferencias se resuelvan democráticamente, básicamente a través de las urnas".
Evitar los fraudes
Correa pidió a los ecuatorianos vigilar las votaciones ante la posibilidad de que la oposición que, según ha dicho, controla los tribunales electorales provinciales, pueda intentar torcer la voluntad popular. Larrea afirmó que, "en este momento, está controlada cualquier posibilidad para evitar un fraude", tras señalar que más de 50.000 efectivos militares y de la Policía se han desplegado por todo el país para vigilar el proceso.
La apertura de colegios tuvo lugar en las 22 provincias del país después de un acto de inauguración de las votaciones, celebrada en la sede del Tribunal Supremo Electoral, en Quito, en la que ha estado presente el presidente Correa, junto a altas autoridades del Estado, entre ellas el presidente del organismo electoral, Jorge Acosta, que ha sido el único que ha tomado la palabra para destacar que la consulta se realiza de acuerdo con las normas constitucionales y legales y con el deseo de que sirva para dar inicio a "un nuevo Ecuador".
Algunos de los 57 diputados que fueron destituidos por el TSE, a los que se suspendieron por un año los derechos electorales, han acudido a sus recintos electorales, aunque no han podido votar. La diputada del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), Gloría Gallardo, ha llegado acompañada de un notario para confirmar que le impedían votar, situación que considera ilegal, para tener fundamento para eventuales demandas.
"Sacar el país adelante"
Más allá de las repercusiones constitucionales, la Asamblea ha despertado las esperanzas de la población de que pueda resolver desde las recurrentes disputas políticas hasta que introduzca la cadena perpetua o que resuelva los problemas de un colegio de educación media. "Esta será la (oportunidad) definitiva para sacar al país adelante. Se viene la transformación profunda e irreversible", aseguró recientemente Rafael Correa.
El reto de Correa, quien tras tres meses en el cargo, goza de una popularidad del 69%, es obtener una mayoría absoluta a su favor, lo que significa que el "sí" supere al voto negativo, los nulos y blancos en conjunto. Sin embargo, la campaña mediática que emprendieron sus detractores y que azuzó los temores respecto a la vigencia de un sistema socialista entre los electores, podría alterar los planes del amigo del presidente venezolano, Hugo Chávez.
"Democracia participativa"
El objetivo de la Asamblea, según el mandatario, es abrir el camino a una "democracia participativa" para que la población tenga mayor participación en las decisiones políticas gubernamentales, limitando el poder de las "élites". Con ese ofrecimiento y la amenaza de abandonar el cargo si obtiene un resultado adverso, Correa podría obtener un respaldo del 63%, según la firma Cedatos-Gallup.
Los opositores, por su parte, sostienen que la Asamblea se convertirá en el escenario para la puesta en marcha de un programa similar al aplicado por Chávez o el que está impulsado el boliviano Evo Morales, quien ha emprendido en la nacionalización de los recursos naturales.
Ecuador, uno de los países más inestables de América Latina por la caída de tres presidentes en la última década, ha tenido 19 constituciones desde que inició su vida republicana en 1830, las que han servido para destituir mandatarios y consolidar el poder de las clases hegemónicas.
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