viernes, noviembre 09, 2007

Al borde de la ruptura diplomática y en medio de la dignidad del pueblo de Gualeguaychú

Servicios Google/Agencia Nova, Argentina

Tabaré escuchó de Kirchner: "Acabás de darle una puñalada al pueblo argentino".


CAPITAL FEDERAL, Noviembre 09 (Por Pedro Noel Romero, corresponsal de Agencia NOVA en la Casa Rosada) Llegó el día "D" en el marco del conflicto por la pastera de Botnia que divide aguas y abre pasiones de desencuentros entre la Argentina y el Uruguay: La planta de elaboración de pasta de celulosa ya comenzó a funcionar en Fray Bentos, en medio de cruces y roces diplomáticos que advierten que se vivirán horas muy difíciles durante este fin de semana en la zona fronteriza que liga a Gualeguaychú con esa localidad uruguaya.

El clima de conflicto que impera llegó a su máxima expresión este viernes cuando el presidente de la Nación, Néstor Kirchner se vio forzado, por las circunstancias y por los gestos de su par oriental, Tabaré Vázquez, a aludir al diferendo en su discurso ante la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, aún cuando en cónclaves anteriores se había expresado en contra de trasladar el conflicto en esa órbita por considerar -según dijo en julio del 2006 en la misma capital trasandina- que se trataba de una puja bilateral.

Esa vez, el reproche lo había dirigido al presidente uruguayo Tabaré Vázquez, quien se había quejado por los bloqueos de rutas y puentes en Gualeguaychú, pero ahora la situación es absolutamente distinta porque el primer mandatario del Uruguay acababa de firmar en pleno desarrollo de la Cumbre el decreto por el que su gobierno autorizó a la firma Botnia a comenzar con su actividad este viernes 9 de noviembre.

Tabaré empeoró aún más el panorama cuando, al mismo tiempo en que abrazaba a Néstor Kirchner, firmaba esa disposición sin dar una sola señal de lo que estaba pergeñando.

La discusión está planteada: El gobierno argentino acaba de convocar con carácter de urgente al embajador uruguayo en nuestro país, Francisco Bustillo. Así, el vicercanciller Roberto García Moritán le entregó en mano la queja de nuestro país por esa actitud mientras que, desde Santiago de Chile, se daba cuenta de que al Rey Juan Carlos de España la decisión del gobierno uruguayo le había causada una enorme sorpresa y desagrado.

El texto de la carta que entregó García Moritán a Bustillo remarca el "formal y enérgico rechazo del gobierno argentino" por la actitud unilateral adoptada por el gobierno del Uruguay.

La jornada de este último jueves exhibió como nunca antes había sucedido en cumbres iberoamericanas un evento que iba por un cauce –el programa de actividades de los 20 mandatarios- y dos países -Argentina y Uruguay- que se desenvolvían como una isla con sus corridas, urgencias y roces diplomáticos a cuestas.

Por otra parte, el centro del desarrollo del programa de la Cumbre se vio invadido por un grupo de miembros de la Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú que entregaron una carta al presidente Kirchner, quien enterado de que los gualeguaychuenses se encontraban manifestando en las adyacencias de la sede del plenario iberoamericano fue al encuentro de ellos, recibió la misiva y les recordó que se mantiene firme en su postura en favor de la relocalización de Botnia.

En Gualeguaychú reina un clima de máxima tensión. Acaban de decidir el comienzo de un operativo de control por aire, tierra y agua para el que también contarán con respaldo de ambientalistas de la otra orilla: a su vez, decidieron intensificar al máximo los bloqueos de rutas y puentes fronterizos en esa ciudad, Colón y Concordia. Impera una actitud combativa en el pueblo entrerriano que siempre se exhibió con dignidad, coherencia y coraje.

No han firmado tal decisión, pero entre la Argentina y Uruguay existe una virtual ruptura de relaciones diplomáticas. Se está a un paso de rubricarla.

En la opinión pública de nuestro país existe un convencimiento generalizado de que Tabaré Vázquez se equivocó con su actitud de este último jueves. Cometió un error imperdonable en un jefe de estado. Se equivocó una vez más y van...

Al hablar este viernes ante los mandatarios iberoamericanos comparó los bloqueos de los pasos fronterizos de Entre Ríos con los que ejecuta el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, pero nada dijo de la inexplicable negación de su parte de los postulados del Tratado del Río Uruguay de 1975.

Tampoco recordó que el año pasado, los gualeguaychuenses decidieron dar paso a una tregua en los cortes y bloqueos como una señal para que el gobierno uruguayo aceptara dialogar con el gobierno argentino en un gesto que no recibió respuestas desde la otra orilla. Al pueblo entrerriano más no se le puede pedir porque están en juego sus tierras productivas, la calidad de sus aguas cristalinas y un cielo que hasta este viernes nunca había sufrido los embates de contaminantes. Ahí está, como en una postal trágica, la chimenea de Botnia en pleno funcionamiento para comenzar a transformar y a agredir el paisaje gualeguaychuense.

En su discurso, Tabaré se expresó en sentido contemporizador. No respondió a las expresiones que había vertido antes Néstor Kirchner, quien lo había acusado de haberse desenvuelto con una actitud incomprensible a la vez que pidió disculpas al Rey Juan Carlos por haberlo dejado a expensas de tamaño conflicto.

La respuesta más dura proferida a Tabaré en Santiago de Chile termina de producirse: Néstor Kirchner le dijo sin tapujos y cara a cara: "Acabás de darle una puñalada en la espalda al pueblo argentino".

Si hay algo que no puede dejar de reconocérsele al jefe de Estado argentino es que en un año efectuó todos los gestos posibles que pudieran encarrilar el diferendo: En julio del año pasado, también en Santiago de Chile y en el marco de idéntico cónclave de jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos, invitó a Tabaré a dialogar y recibió a prima face un “sí”. Pero la presión de los medios uruguayos -que comenzaron a deshilacharlo en sus portales- pudo más y en un par de horas aquel titubeante sí se transformó en un no rotundo.

Tras esa negativa de Tabaré fue Kirchner, otra vez, el que decidió acudir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para luego, en noviembre del 2006, en Montevideo y en el marco de otra cumbre iberoamericana, solicitarle al Rey de España la mediación que posibilitó que irrumpiera en escena el facilitador Juan Antonio Yáñez Barnuevo.

Esa mediación venía precedida de un rotundo fracaso en Nueva York en octubre último. Pero Tabaré se encargó de propinar la estocada final a la gestión del Rey de España. Hay gestos de los que no se vuelve. Hay actitudes que conllevan una enorme carga de provocación. Todo, acaba de protagonizarlo para con el jefe de Estado Néstor Kirchner y el Rey Juan Carlos, Tabaré.

El mismo mandatario uruguayo que en el cierre de campaña realizado en la Argentina, unos días antes de ganar los comicios en Uruguay, aseguró al periodismo de ambas orillas que nunca iba a dejarse presionar ni iba a ceder ante el empresariado y los capitales internacionales, en alusión a los proyectos de las pasteras Botnia y Ence.

Las contradicciones y el terror de Tabaré a los embates de la opinión pública uruguaya han puesto a la Argentina y Uruguay al borde de la ruptura diplomática, con un panorama que la electa presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, tras su encuentro de este viernes con el Rey Juan Carlos, definió como que "el horno no está para bollos". La pulseada recién empieza. En Gualeguaychú y Fray Bentos se percibe esa sensación por aire, tierra y agua. Por Dios, que la sangre no llegue al río... (Agencia NOVA)

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