Ismael Enrique Medina, Caracas
El ex ministro de Defensa venezolano, General en Jefe Raúl Isaías Baduel, quien aseguró que al aprobarse la reforma constitucional se estaría consumando un golpe de estado, era uno de los hombres de mayor confianza del presidente Hugo Chávez.
En abril del 2002, tras el golpe de estado que tuvo al mandatario venezolano durante 48 horas fuera del poder, el general Baduel comandó la operación "Restitución de la Dignidad Nacional", con la que el presidente regresó a su cargo.
Su relación viene de muchos años atrás. Baduel y el presidente Chávez fueron compañeros de promoción en el ejército en 1971, y en los años 80 el ex ministro de Defensa formó parte del grupo de 4 militares que creó el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, que posteriormente daría vida al Movimiento Quinta República (MVR), partido con el que Chávez logró la Presidencia.
Según le dijo a la BBC el analista militar Marío Iván Carratú - vice almirante retirado- el anuncio de Baduel sorprende porque él ha sido uno de los hombres más cercanos a Chávez y junto al presidente llevó a cabo los cambios que introdujeron en las fuerzas armadas.
Difícil de entender
Carratú era jefe de la Casa Militar, el organismo que custodia al Presidente, durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando Chávez comandó un golpe de estado sin éxito en 1992, episodio en el que Baduel se mantuvo al margen.
Este oficial retirado no entiende por qué el hombre que acompañó a Chávez en tantas iniciativas ahora hace pública otra postura. "Uno no sabe si de verdad cambió o se trata de una patraña", dijo. 
Carratú le explicó a BBC Mundo que Baduel "ha sido cabeza de las fuerzas armadas durante 15 años y llegó a ser secretario del presidente en el 2001. Estuvo como comandante de la División de Paracaidistas y de la IV División de Infantería y llegó a ministro de Defensa propiciado por Fidel Castro".
Este ex militar no tiene duda de que durante la gestión de Baduel como ministro de Defensa las fuerzas armadas se politizaron y recuerda que en ese mismo período 800 oficiales activos fueron despedidos y se hizo famosa la frase de "patria, socialismo o muerte".
Baduel, quien se graduó como licenciado en Ciencias y Artes Militares, es un defensor de la Constitución de 1999, y afirma que rechazó la reforma constitucional porque cree que la carta Magna no se ha desarrollado plenamente y no se le puede culpar de los problemas del país.
Uno lo puede considerar traición, ya que se trata del mismo que hasta ayer hablaba de revolución 
Ha estado tan unido al presidente Hugo Chávez, que escribió el prólogo del libro "Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI", en el que habla del modelo socialista como el camino para la estabilidad del país.
Sin embargo, el día en que se despidió de su cargo como ministro hizo las primeras críticas al proceso y habló entonces del error que se cometería si en lugar de socialismo real se llegara a un capitalismo de estado.
Durante la rueda de prensa en las que dio sus declaraciones en contra de la reforma a la Constitución, un periodista le preguntó a Baduel si era cierto que estaba molesto porque no fue designado como presidente de la estatal petrolera PDVSA. Baudel lo negó rotundamente.
Carratú cree que, ahora, los militares que lo siguieron así como el presidente Chávez considerarán a Baudel un traidor, mientras que los que estuvieron en desacuerdo con él recibirán este pronunciamiento como un aval, pero tardío.
División de opiniones
El coronel retirado de la Guardia Nacional Héctor Herrera, presidente del Frente Cívico Militar Bolivariano, le dijo a la BBC que el pronunciamiento del ex ministro no tiene ninguna relevancia sobre las fuerzas armadas porque él es ahora "un ciudadano normal". 
Cree que este pronunciamiento es el lanzamiento al ruedo político del militar y que el supuesto liderazgo que se le atribuye sobre las fuerzas armadas se debía a su adhesión al presidente Chávez. "Uno lo puede considerar traición, ya que se trata del mismo que hasta ayer hablaba de revolución".
Lo que se dice ahora aquí en Venezuela es que vendrá una desbandada de personas cercanas al proyecto revolucionario pero que rechazan la iniciativa de reforma de la Constitución. El propio presidente Chávez dijo el domingo que algunos se quitarán la máscara en los próximos días.
Para contrarrestar esta situación, varios funcionarios, como el vicepresidente Jorge Rodríguez y la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, salieron al paso para enfatizar que el pueblo no quiere a quien traiciona al Presidente de la república.
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