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Por Rodrigo Martínez
SANTIAGO (Reuters) - Gobernantes iberoamericanos iniciaron el jueves en Chile una cumbre que algunos países aprovecharán para limar asperezas y donde el presidente venezolano, Hugo Chávez, se robó la película al confirmar su llegada cuando se daba por descartada su asistencia.
Varios líderes que participan en la XVII Cumbre Iberoamericana por tres días en Santiago llegaron el mismo jueves, en medio de fuertes medidas de seguridad y mientras sus cancilleres analizaron el documento de la cita, cuyo tema central es la cohesión social.
Durante la cena de inauguración de la cumbre, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, llamó a la colaboración de los gobernantes de Iberoamérica para emprender reformas en beneficio de los más pobres.
"A pesar de los innegables progresos y buenas perspectivas en los próximos años, no hemos sido capaces de emprender un camino firme en la conducción de sociedades incluyentes. En nuestras manos está la posibilidad de cambiar esta historia tan llena de injusticias," dijo Bachelet en su discurso.
El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente boliviano, Evo Morales, fueron de los últimos gobernantes en llegar a Santiago poco antes de la cena inaugural.
Para las próximas horas se aguarda la llegada de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Nicaragua, José Daniel Ortega y del mandatario de Perú, Alan García.
La presencia de Chávez en la reunión estuvo rodeada de misterio debido a la escalada de tensión social en Venezuela.
El mandatario colombiano, Alvaro Uribe, había declarado en Bogotá que el presidente venezolano no viajaría a Chile, pero fue el propio Chávez quien confirmó su asistencia en una conferencia de prensa en Caracas.
"Para Chile me voy en un Sukhoi (avión caza ruso). En 15 minutos estamos en Santiago," dijo Chávez y explicó que saldría para la capital chilena tras participar en un acto electoral en apoyo a una reforma constitucional que promueve y que ha levantado protestas de estudiantes.
Unos 1.000 agentes policiales custodian los distintos recintos que albergan las actividades de la cumbre.
De la cumbre se excusaron los presidentes de México y República Dominicana por graves inundaciones en sus países.
A diferencia de la anterior Cumbre Iberoamericana organizada por Chile, en 1996, en esta ocasión no estará presente el convaleciente mandatario cubano, Fidel Castro. Cuba será representada por el vicepresidente, Carlos Lage.
Castro "está bien, está siguiendo con atención los preparativos de la cumbre y lógicamente deseando que el evento salga exitosamente," dijo a periodistas el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, a su llegada a Santiago.
CHAVEZ GENERA CHOQUES
Aún antes de su viaje, la visita de Chávez generó un choque entre medio centenar de detractores y partidarios del mandatario frente a la embajada de Venezuela en Santiago, luego que un parlamentario derechista chileno intentó entregar una carta que lo declaraba "persona no grata."
Los manifestantes protagonizaron conatos de pelea, sin mayores consecuencias, en el frontis de la representación diplomática en el barrio de Providencia, ante los esfuerzos de la policía por calmar los ánimos.
El miércoles, miles de estudiantes se enfrentaron violentamente con la policía durante una protesta en Caracas contra una reforma constitucional promovida por Chávez y que incluye la reelección indefinida del presidente, la ampliación de su mandato a siete años desde seis y la supresión de derechos constitucionales en caso de estado de excepción.
Pese a las altas expectativas, era poco probable una cita entre el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y su homólogo de Argentina, Néstor Kirchner, sobre un conflicto por una planta de celulosa sobre el lado uruguayo de un río compartido.
La planta ha levantado las protestas de grupos de defensores del medio ambiente, que ya han anticipado manifestaciones durante la Cumbre Iberoamericana, en la que además participará el rey Juan Carlos de España, que realiza una mediación en el conflicto entre Uruguay y Argentina.
Aunque los cancilleres de ambos países se reunieron previo al inicio de la cumbre, el encuentro terminó sin avances.
Kirchner viajó con su esposa, la flamante mandataria electa Cristina Fernández, quien fue recibida por Bachelet en el palacio presidencial de La Moneda.
"La decisión es profundizar esta relación (...) dar gestos muy fuertes sobre nuestros lazos de hermandad," dijo Fernández a periodistas al término del encuentro.
En paralelo con la cita iberoamericana también comenzó la Cumbre de los Pueblos, para cuyo acto de cierre, el sábado, está prevista la participación de varios presidentes, encabezados por el mandatario boliviano, Evo Morales.
(Con reporte de Rodrigo Gutiérrez, Mónica Vargas, Inés Guzmán y Milexsy Durán en Santiago; de Luis Jaime Acosta en Bogotá; y de Enrique Andrés Pretel en Caracas)
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